Propone establecer "guardias mínimas" para que se garantice el suministro de alimentos a los chicos que todos los días comen en el establecimiento educativo.
El sindicato de docentes bonaerenses Suteba pidió este lunes a las autoridades provinciales que reviertan la decisión de que los maestros trabajen en horario normal a pesar de la suspensión de las clases decretada por el Gobierno nacional en el marco de las medidas para frenar la expansión del coronavirus.
Roberto Baradel, jefe del gremio, le envió una carta a la directora general de Cultura y Educación de la provincia Agustina Vila, en la que hizo pública una “impugnación” a la decisión oficial en “resguardo de la salud de los trabajadores de la Educación”.
El gremio decidió impugnar el artículo 2 de la resolución 2020-554: “La misma no guarda congruencia con el resto de la normativa nacional y provincial, en referencia a la pandemia que estamos sufriendo de Covid-19 y la epidemia de dengue en nuestro país”, dice la carta.
“El mencionado artículo habla de normalidad en la asistencia de docentes y auxiliares a las escuelas no teniendo en cuenta la intención del comité de expertos de reducir al máximo la circulación de personas”, se quejó Baradel.
El sindicato propuso, en tanto, establecer “guardias mínimas” para que se garantice el suministro de alimentos a los chicos que todos los días comen en el establecimiento educativo.
El sindicalista alegó que “establecer una supuesta normalidad frente a una situación absolutamente extraordinaria genera incertidumbre, angustia, contribuye a una suerte de intranquilidad colectiva y alimenta el temor que todos tenemos ante una pandemia”.
Y señaló que pretender que los docentes y auxiliares asistan normalmente como plantea la norma, “atenta contra el objetivo de impedir la propagación de la pandemia y el cuidado de docentes, auxiliares y de toda la comunidad educativa”.
Por ello, Suteba pidió que se le otorgue facultades extraordinarias tanto al equipo directivo de las escuelas como al cuerpo de inspectores para resolver en cada territorio guardias mínimas de acuerdo a la normativa nacional y provincial y teniendo en cuenta las particularidades de cada escuela, y de cada comunidad educativa.